17 de agosto 2021

 Hoy es mi cumpleaños número 53. Caray, cuantas cosas no han pasado desde hace... bueno, es un decir. 

lo que creo que es importante, es que de alguna manera, ahora estoy empezando a entender que, a pesar de las muchas cosas que me han pasado, puedo irme reconstruyendo con mi propia historia. 

Cuando cumplí 50, decidimos festejarlo en Ensenada, aun estaba mi hermano ahí, puede ser que haya tenido muchos otros cumpleaños, muy padres, otros, como siempre he dicho, es un adía más, pero, la realidad es que empiezas a ver que, cuando celebras cierta edad y nunca porque me sienta vieja, todo lo contrario, ahora tengo más energías que antes, aunque debo confesar que desde que amanecí, ando muy acelerada, será que siento euforia o puede ser que sea el ajuste que últimamente está llenando mi cuerpo.

Arturo me ha traído mi tableta, no em hace mucha gracia leer en dispositivo, pero entiendo que hay que adecuarse a la tecnología, le he puesto en la pantalla, esa foto que nos tomaron en el hospital del ITO, es muy buena y nos vemos muy bien. 

Siempre me ha demostrado lo mucho que me ama de tantas maneras, que creo que el decir "te amo", que si nos lo hemos dicho, no es solo palabras, son hechos contundentes. Es mi sostén, mi pilar, cabe mencionar que, en una de las citas con mi terapeuta, cuando me preguntó, que cuales eran mis pilares, no supe que contestar, lo entendí, después, cuando me hizo la observación de que cual era mi base, en donde estaba yo parada. Ese cuestionamiento, me viene ahora a la mente, cuando a los 53 años, entiendo que yo soy mi propio sostén, y si yo no me equilibro, con mis pilares, que puedo moverlos y acomodarlos, sentirlos y decidir cuando pongo el peso en uno más que otro, sin dejar de lado que tengo muchos; son sin duda alguna, lo que he vivido, lo que tengo, la gente que me apoya y que, de alguna manera son esos pilares que me hacen lo que soy ahora. 

Ayer en la noche me mandó mensaje mi hijo, estaba triste y me dio las gracias, entre otras cosas, le contesté, que yo le daba las gracias, puesto que he aprendido muchas cosas con ellos, mis hijos me han dado la oportunidad, no solo de sentir que ni he sido mala madre y que, sin duda, puedo serlo mejor. 

Si bien una de las cosas que más me ha costado trabajo analizar y entender es eso, no soy mala, solo fueron las circunstancias, si fui un poco descuidada, es que era más fácil, no tenía que estar solo con ellos, había quien me apoyara, fui buena proveedora, cooperaba al parejo, puede que no estuviera como debía, pero finalmente, eso es parte de la historia y no debo de sentir que es una carga o error, es la oportunidad para hacer las cosas diferente, hacerlas mejor. 

  

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