Entre lo físico y lo metal (parte 3)

Recuerdo muy bien, cuando en la primera sesión, nos hicieron las indicaciones de los alimentos que debíamos de eliminar; no tan complicado ya que de alguna manera, nuestro sistema alimentario se basaba mucho en verduras, frutas, semillas; poco refresco, el azúcar no la acostumbrábamos, salvo en algunas ocasiones de antojo los pastelillos o pan de dulce. Pero si éramos mucho de enlatados y embutidos, carne de puerco algunas veces; dejar en esos sábados de trasnochar comiendo ostiones, mejillones, quesos maduros, jamón serrano, fue un suplicio al principio, mientras nuestro cuerpo se iba adaptando a los cambios. 

Una parte importante de todo este enjuague, son los enemas o mejor conocidos como lavados; en los tiempos de las tatara tatara abuelas se usaban de manera natural y cotidiana, era uno de tantos remedios que se usaban para eliminar "enfermedades", así como la ingesta de determinados alimentos durante y después. Los ayunos que en realidad no es otra cosa que comer una sola fruta durante el día o dos, abundantes líquidos, contribuía a la desintoxicación de nuestro intestino y colón que es donde se acumulan todas las toxinas que se van quedando almacenadas, pegadas por los siglos de los siglos. 

Lo que hicimos fue hace sustituciones de aquellos alimentos que no debíamos de consumir de manera cotidiana, en lugar de crema de vaca, jocoque sea liquido o seco, quesos fresco de cabra, quesos kosher. En algún momento no se sabe que comerte un aguacate o nopales, semillas equivale a la proteína de una bistec de res, pero estoy en el entendido de que no siempre será posible por economía, acceder a determinados cambios alimentarios, pero, haciendo cuentas, no creo que tanto, si lo que se gasta en refresco diario se utiliza para otras cosas. Es cuestión de querer cambiar, sobre todo de por un instante, intentar.

Cuando hablamos de interferencias, estas se encuentran en los lugares menos pensados; podemos decir que, por ejemplo la dentadura, como los primeros huesos que se forman en el cuerpo, son el primer foco de reacciones. Generalmente no vamos a revisarnos la dentadura a menos, claro está, que nos esté molestando una pieza; error garrafal; antes se utilizaban en las amalgamas para tapar las caries, productos que a la larga ocasionan interferencias, las piezas que no han salido correctamente, que no están en su sitio y causan inflamaciones; todo en absoluto, es foco de interferencia, además y aunque sea de otra galaxia, resulta que, las reacciones que se producen se manifiestan en lugares tan remotos del cuerpo, que ni lo podemos asimilar de manera lógica. 



 


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