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Tengo. Debo. Quiero

 Ayer me cuestionaron sobre tres palabras. Tengo. Debo. Quiero. L a diferencia entre ellas en el contexto de enunciados que escribí. Lo primero que me vino a la mente cuando puse, tengo, en esas frases fue brutal. Fue como darme un trancazo en la cabeza al darme cuenta de que, era el sentido de obligación. Al igual que, el debo. Sentir que se me atragantaban las palabras en la garganta cuando las leí, sustituí el tengo, por el debo. Es como si una cuerda invisible me rodeara la garganta, palabras que no eran mías, frases que salieron en aparente sin pensar, no porque en realidad fuesen mías, lo que sentía, lo que necesitaba. Al entrar el quiero en ellas, quitando las dos anteriores, todo cobro sentido. No es obligación, no es tener que, ni deber que, es querer solamente.  Pero en este proceso de querer sin saber que es lo que en realidad quiero o necesito, esas palabras resuenan en mi mente como intangibles y a la vez reales.  Había dicho que deseaba tener un espacio para...

Cómo imaginamos que pudo ser...

Cómo imaginamos que pudo ser. Buena pregunta. Cuando nos enfrentamos a una situación extrema, tenemos ese sentimiento de ansiedad sin saber que hacer o que pensar; hacernos esa pregunta ¿por qué a mí?. Platicando con una mamá hace unos días, la que muy amablemente me platicó de sus dificultades, para poder entender esa situación tan compleja, de tener hijos con síndrome de Prune Belly. Hemos comentado que esto tiene tantas variantes y grados como la ciencia poco o mucho ha podido documentar. Pero qué sucede si, te encuentras en esa disyuntiva, saber que tu criatura no llegó a sobrevivir. La desgarradora historia que seguramente muchos han pasado y que, nadie quiere vivir eso, la fractura de las emociones, la ruptura del corazón, la falta de alma para poder decir, "así pasó por algo" y no tener las respuestas.  No puedo imaginar lo que es perder un hijo, desgarrador. Lo que puedo pensar es en esa ausencia, sea de unos días o de años, ¿qué pasaría por mi mente?, ¿qué haré yo, e...
 Plática dos con una madre  Ayer tuve una plática con una madre. Ella al igual que muchos, tiene un hijo con Síndrome de Prune Belly. Les había comentado en ocasiones anteriores y lo reitero; este espacio, fue creado para darle no solo el apoyo a los que deseen plasmar sus historias, poder crear lazos de apoyo; existen muchas personas con diversos problemas y, no siempre tiene el apoyo mental, de sentimientos, de alma para poder sobrellevar sus cargas pesadas.  Hay muchas personas que han logrado salir adelante, con la conciencia de querer hacerlo, sencillo no es, yo lo sé mejor, sigo buscando respuestas, sigo intentando encontrarme conmigo misma y poder entender mi alrededor. Aquí, nadie juzga, nadie crítica, solo aportamos y nos extendemos en ese otro yo que queremos ser.  Sean bienvenidos para crear estos lazos y Entrelazar las Almas.  
NO TENGAS TEMOR Y SIGUE ADELANTE  Satisfacción. Orgullo. Felicidad. Son plabras que pueden encuadrar en este momento tan especial.  Siempre pensé e incluso logré hacerlo, que publicaría alguno de mis libros, en ocasiones, las cosas no salen como uno espera, pero llegan, siempre llegan en el momento que deben ser.  La intención de escribir ha sido siempre la de compartir, no la de ser esa famosa que reparte autógrafos, no por menospreciarme, es por el hecho, que me gusta compartir, lo demás, creoque llega solo. Esta reseña que le pedí a mi maestra, amiga, compañera de andanzas entre letras y quehaceres propios de una persona que comparte sus vivencias, sus memorias, me ha llenado de inmenso orgullo; sin embargo, debo decirlo pues este espacio es para ello, para exponer cualquier cosa que queramos sacar, vomitar, externar. Uno de mis grandes monstruos, es el de la falta de confianza en mí, y no lo niego, como para qué. Es algo en lo que debo seguir tarbajando, como en mucha...
La necesidad de reencontrarse  Ante la necesidad de encontrar medios y herramientas, para lograr un estado de equilibrio consigo  mismo, nos encontramos en la disyuntiva de recrear nuestras memorias, de deconstruir nuestros enlaces internos, los culturales, los educacionales; no por ello, dejamos de lado, que permanecerán en nuestra propia historia, contada de un mil maneras.  Salvaguardar aquellas cosas que nos hacen sentirnos molestos o heridos, no es razón de peso para no poderla cambiar o modificar. Es ver a través de un cristal o calidoscopio que cada historia contada sea, cada vez menos influyente en nuestro interior y, seamos capaces de desligarlo y renombrarlo.  En estos tiempos, en que nos sentimos agobiados por infinidad de situaciones, algunas, nos han llegado sin pedirlas siquiera, pero, que aun de ellas, podemos sacar infinidad de situaciones que nos brinden herramientas de cambio positivo.  También es sabido que, están siendo los detonantes de much...
El inicio  Capítulo 1  Las extrañas Siluetas de la vida de Darien    Había llegado en medio de hilos y telas. Como si su vida solo significase coser y remendar viejas heridas que plasmadas en largas y metódicas estancias detrás de una máquina de coser; como años atrás sus antepasados debieron de hacer. Dejando sus espaldas incrustadas en el respaldo duro de la silla. Encorvados y tiesos como su vida, todos los días. Antes de su llegada, nadie sabía su propósito. Cada uno enfrascado en su rutina, vacía y sin sentido. Y él, simplemente llegó. Como llega un deseo suspirado y anhelado en silencio inconsciente. La mayoría de las personas cuando cuentan cómo llegaron a este mundo. Lo hacen como si fuera el evento del siglo. Guardan, no solo los recuerdos, también almacenan esas monerías que tanto les gusta platicar: El día que dijo mamá por primera vez, cuando dejo el pañal, el momento justo en que se dio en la maceta tratando de dar los primeros pasos. Yo en lo personal, ...

Cartas de amor

 Capítulo 4 El origen     Me siento triste porque ya nadie escribe cartas de amor. Pero… ¡si ya nadie lee! Me sumí un instante recordando esas cartas escritas al compañero de mi vida, fueron pocas. Puedo contar historias con ellas o de las personas que encuentro en el camino. Así como las historias que platica la gente de sus vidas, de sus amores.     Me senté en mi cómoda silla ortopédica. Ya que debía cuidar mi espalda mientras escribía, la había conseguido a la altura y postura perfecta para que no me cansara. Me quedé viendo la hoja en blanco. Mientras ideaba por donde comenzar; después de tantos meses, de tantas cosas.     Empecé con algunos fragmentos de las visitas a cada uno de los estados buscando mis chucherías. Cuando en algún momento regresé para servirme más café. Ahí estaba. Quieta y aguardando. A la espera, como si su mudez fuera intencional. La había olvidado en un rincón lógicamente, porque en mi casa, no se veía f...
Cartas de amor  capítulo 3 El reencuentro     Poder entender por qué se ama a dios, se venera a las vírgenes y los santos; mi ideología será muy extraña. Pero no creo que a Dios le moleste que crea en él de forma tan íntima y especial. Rezarle como le rezo tanto y por tantas cosas que me han acaecido. Por aquellas que le pasan a los demás. Orar por un mundo mejor sabiendo que la moral y la lealtad, son valores que siempre llevamos a donde quiera. Porque así nos lo han enseñado. Pero aquí defiero un poco. Pienso que debemos de creer que Él, está en todos lados, como la madre tierra que nos da la vida en la que nos movemos, como el aire que respiramos, los sueños que tenemos.     ¿Acaso él será la alegoría que todos creamos en nuestra mente haciéndola versátil y diferente?, el que nos lleva a la realidad que somos; creando distintas acepciones de guardarlo, de venerarlo. Es por ello, que puedo tener una o varias cruces en mi hogar, un objeto judío, t...
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CAPÍTULO 2  CARTAS DE AMOR  DE: María Gabriela Rodríguez                                                                                    -2- La trasformación     Pase varios meses remodelando la casa. A veces me desaparecía mientras los trabajadores se encargaban de lo que les correspondía. Mientras, me ocupaba del jardín trasegando las malas hierbas. Poniendo tierra nueva para poder sembrar. Deje un espacio bastante grande para la hortaliza; jitomates, cebollas, chiles, acelgas y espinacas. ¡Tantas cosa que puedo poner! y no pueden faltar; las hierbas olorosas e indispensables en la cocina; epazote, cilantro, perejil, romero, albaca y demás. Del otro lado más árboles frutales y ya había muchos. Los pondría lejos de la casa, los que son más grandes...
 Nada es, lo que parece. Primera parte de cuentos que se quedan cortos  NO TENGAS MIEDO…   ¡SIENTE! De: María Gabriela Rodríguez -SOFIA-    Estaba recostada, tendida en un mullido sillón; se veía tranquila y serena, salvo por la expresión de su rostro. Denotaba cierta inquietud, con un indiscutible semblante de ¿alegría? tal vez deseo, a lo mejor, era lasitud.    Sofía tenía la piel blanca como la leche, con las mejillas rosadas cual pétalos de rosa a medio abrir, tersa como un   durazno tierno y sin macula alguna; su cabellera enroscada, larga cual cascada de lava ardiendo, largas piernas torneadas, esculpidas en alabastro; alta para su edad,   un metro setenta y ocho, con desastrosos cincuenta y cuatro kilos, lo cual dejaba demasiados huesos a la vista y poca grasa acumulada.    No traía en su haber absolutamente nada puesto; solamente la cubría un lienzo de seda empapado. Ya la antesala había sido testigo fiel, mudo y l...