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Entre lo cotidiano y lo inesperado

 En estos días, me he puesto a analizar qué debemos hacer para poder ese vaivén que se nos presenta cada día; ese que gira descontrolado entre las cosas cotidianas, las que hacemos como robots, esas que nos llevan a cuestionarnos sobre lo que queremos y debemos. No es novedad que, nos embotamos en los quehaceres cotidianos, dejando de lado lo que nos apasiona, lo que queremos hacer por nosotros y para nosotros, eso que nos llena de gozo y, que en muchas ocasiones, ni siquiera sabemos que es.  En el devenir diario, levantarse, hacer las labores que "debemos", "tenemos", más no aquellas que nos brindan un espacio de reflexión ante la situación que nos encontramos en estos  momentos. Sería de gran ayuda poder identificar eso que podemos hacer en un tiempo, que solo sería para nosotros; tal vez leer, escribir, jugar, saltar, gritar a todo pulmón, pero hacerlo.  Sentir como nuestro cuerpo se deja llevar por una danza sin fin, movimientos inconscientes, dejarnos llevar po...

Apropósito de las verdades a medias

 ¿Quién ha sentido, que no dice toda la verdad y le duele decirla? Es más común de lo que pensamos. Quedarnos con detalles que no terminan de contar toda la verdad que queremos decir. Las causas son muchas; miedo, inseguridad, descaro, que sé yo. El problema es, cuando esas verdades a medias, se vuelven nuestras verdades completas, enredamos de manera descarada y a conciencia, para poder llegar a manipular lo que esperamos de los demás.  He vivido en carne propia, las mentiras que según, no son consientes, que puede que sean un mecanismo de defensa, para desde la perspectiva del que las dice, sea una máscara que lo proteja del inquisidor cuestionamiento. Decirlas forma parte de su vida, las expulsa cual vómito, para no dejar entrever su verdad, su esencia, su interior fracturado y vacío.  Me he cuestionado tantas veces, la razón de sus mentiras. Tal vez, son herencia dejada de una anterior mentirosa profesional, pero, ahora, después de mucho trabajar en ello, he descubier...

De lo privado a lo público

 Me cuesta trabajo entender. ¿Qué necesitamos para que nos muevan el tapate?, esa parte de los seres humanos que nos aferramos a una idea preconcebida, añeja y vetusta. Creemos que no podemos cambiar, cambiar las creencias, cambiar las manías, cambiar nuestros rumbos.  Mentira, cambiamos en el momento en que deseamos hacerlo, sin más previo aviso, que el hacerlo. Dejar de lado aquellas ideologías que nos han atado de manera histórica, que nos han metido hasta el tuétano de los huesos cargados de reumas y atrofiados por la húmeda certeza de, que sin esas memorias, dejaríamos de ser nosotros mismos. Nos dejaríamos caer el el charco inmundo de la vid alegre, cual esquineras, perdidas. La realidad es que, todos cambiamos, a lo largo de nuestra existencia, vamos modificando tantas cosas, tantos pensamientos que, cuando nos damos cuenta, ya no somos, lo que éramos hace quince, veinte y cincuenta años.  El problema es, que nos seguimos quedando con esas muletas que cargamos de m...

Y nos estamos alebrestando

 Últimamente me he cuestionado, ese movimiento desenfrenado por levantar la voz, por querer extender nuestros pensamientos ya sea, en sueños alcanzables de publicar, cooperar, compartir. Ese salir a las calles en marchas, plantones, mítines. Llegar al punto de atascar de noticias sean reales; puesto detrás de ellas, existe un regimiento de personas como cualquiera de nosotros, creando tendencias, que, al leerlas, sin duda alguna, creemos casi todo lo que vemos en las redes sociales.  La gente está despertando, se está involucrando, puede ser que, de todo lo que hable, muchas no sean las correctas, reales o simplemente, que sean de respetar; pero se respeta finalmente, las opiniones de todos, hasta llegar a la necedad. He querido entender este fenómeno desde mi propia perspectiva, como una ciudadana común, que poco entiende de los quehaceres de los que detrás de un escritorio o de sus dispositivos, encaminan a las masas, a pensar en dirección que ellos desean.  Para comenz...

Caos en las letras

Me he sentido muy confundida, ya, desde hace varios meses. Creo que podría decir que, a partir de que inicio la pandemia. Comencé a observar, que las redes sociales se llenaban de anuncios, talleres, pláticas; un ir y venir de muchísimos grupos de lectores, escritores, novatos, con gran carrera, publicados, sin publicar. Con miles de dudas, con muchos hueros que, al parecer, nadie podía explicar. Publicaciones en Amazon, miles de editoriales que cobran o, no cobran nada, aparentemente, dejando a los escritores en ciernes, cumplir su sueño, ese, que todos buscamos y, que pocos acceden.  Tengo hace ya varios años guardados tres libros, dos de ellos, fueron publicados de manera abrupta de mi parte, queriendo saltar esa barda, por diferentes editoriales españolas, serán buenas o no, en mi caso, no me fue nada bien. Logré rescatarlas después de cumplir el contrato estipulado, pagué por el trabajo. Después de mucho tiempo, incluso que terminara otros dos, llegaron los concursos, antes ya...

Tengo. Debo. Quiero

 Ayer me cuestionaron sobre tres palabras. Tengo. Debo. Quiero. L a diferencia entre ellas en el contexto de enunciados que escribí. Lo primero que me vino a la mente cuando puse, tengo, en esas frases fue brutal. Fue como darme un trancazo en la cabeza al darme cuenta de que, era el sentido de obligación. Al igual que, el debo. Sentir que se me atragantaban las palabras en la garganta cuando las leí, sustituí el tengo, por el debo. Es como si una cuerda invisible me rodeara la garganta, palabras que no eran mías, frases que salieron en aparente sin pensar, no porque en realidad fuesen mías, lo que sentía, lo que necesitaba. Al entrar el quiero en ellas, quitando las dos anteriores, todo cobro sentido. No es obligación, no es tener que, ni deber que, es querer solamente.  Pero en este proceso de querer sin saber que es lo que en realidad quiero o necesito, esas palabras resuenan en mi mente como intangibles y a la vez reales.  Había dicho que deseaba tener un espacio para...

Cómo imaginamos que pudo ser...

Cómo imaginamos que pudo ser. Buena pregunta. Cuando nos enfrentamos a una situación extrema, tenemos ese sentimiento de ansiedad sin saber que hacer o que pensar; hacernos esa pregunta ¿por qué a mí?. Platicando con una mamá hace unos días, la que muy amablemente me platicó de sus dificultades, para poder entender esa situación tan compleja, de tener hijos con síndrome de Prune Belly. Hemos comentado que esto tiene tantas variantes y grados como la ciencia poco o mucho ha podido documentar. Pero qué sucede si, te encuentras en esa disyuntiva, saber que tu criatura no llegó a sobrevivir. La desgarradora historia que seguramente muchos han pasado y que, nadie quiere vivir eso, la fractura de las emociones, la ruptura del corazón, la falta de alma para poder decir, "así pasó por algo" y no tener las respuestas.  No puedo imaginar lo que es perder un hijo, desgarrador. Lo que puedo pensar es en esa ausencia, sea de unos días o de años, ¿qué pasaría por mi mente?, ¿qué haré yo, e...
 Plática dos con una madre  Ayer tuve una plática con una madre. Ella al igual que muchos, tiene un hijo con Síndrome de Prune Belly. Les había comentado en ocasiones anteriores y lo reitero; este espacio, fue creado para darle no solo el apoyo a los que deseen plasmar sus historias, poder crear lazos de apoyo; existen muchas personas con diversos problemas y, no siempre tiene el apoyo mental, de sentimientos, de alma para poder sobrellevar sus cargas pesadas.  Hay muchas personas que han logrado salir adelante, con la conciencia de querer hacerlo, sencillo no es, yo lo sé mejor, sigo buscando respuestas, sigo intentando encontrarme conmigo misma y poder entender mi alrededor. Aquí, nadie juzga, nadie crítica, solo aportamos y nos extendemos en ese otro yo que queremos ser.  Sean bienvenidos para crear estos lazos y Entrelazar las Almas.  
NO TENGAS TEMOR Y SIGUE ADELANTE  Satisfacción. Orgullo. Felicidad. Son plabras que pueden encuadrar en este momento tan especial.  Siempre pensé e incluso logré hacerlo, que publicaría alguno de mis libros, en ocasiones, las cosas no salen como uno espera, pero llegan, siempre llegan en el momento que deben ser.  La intención de escribir ha sido siempre la de compartir, no la de ser esa famosa que reparte autógrafos, no por menospreciarme, es por el hecho, que me gusta compartir, lo demás, creoque llega solo. Esta reseña que le pedí a mi maestra, amiga, compañera de andanzas entre letras y quehaceres propios de una persona que comparte sus vivencias, sus memorias, me ha llenado de inmenso orgullo; sin embargo, debo decirlo pues este espacio es para ello, para exponer cualquier cosa que queramos sacar, vomitar, externar. Uno de mis grandes monstruos, es el de la falta de confianza en mí, y no lo niego, como para qué. Es algo en lo que debo seguir tarbajando, como en mucha...
La necesidad de reencontrarse  Ante la necesidad de encontrar medios y herramientas, para lograr un estado de equilibrio consigo  mismo, nos encontramos en la disyuntiva de recrear nuestras memorias, de deconstruir nuestros enlaces internos, los culturales, los educacionales; no por ello, dejamos de lado, que permanecerán en nuestra propia historia, contada de un mil maneras.  Salvaguardar aquellas cosas que nos hacen sentirnos molestos o heridos, no es razón de peso para no poderla cambiar o modificar. Es ver a través de un cristal o calidoscopio que cada historia contada sea, cada vez menos influyente en nuestro interior y, seamos capaces de desligarlo y renombrarlo.  En estos tiempos, en que nos sentimos agobiados por infinidad de situaciones, algunas, nos han llegado sin pedirlas siquiera, pero, que aun de ellas, podemos sacar infinidad de situaciones que nos brinden herramientas de cambio positivo.  También es sabido que, están siendo los detonantes de much...